lunes, 26 de noviembre de 2018



Buenas gente, probablemente ya casi nadie siga este blog y no me extraña. Ha sido, como últimamente, un año poco productivo. Empecé con mi nueva idea con muchas ganas y avancé rápidamente pero tras un viaje todo fue mal. Me rodearon desgracias familiares, sin exagerar, varias muertes de conocidos y personas cercanas, enfermedades de familiares y propias ….. y suma y sigue. 
Como mucho supongo que este ha sido un año horrible y mi inspiración y ganas de escribir se fueron a la mierda. Además me enfrenté a que no sabía cómo seguir, nada me gustaba y ni siquiera sabía qué hacer con mi vida.

Mi intención es seguir escribiendo a partir del año que viene (Trabajo en un almacén de juguetes, en navidad me conformo con tener tiempo para dormir y respirar) pero mientras tanto he corregido la trilogía de la Manada Hati y la he auto publicado en Amazon. Las portadas han cambiado así como corregido el contenido. Debido a esto he borrado los enlaces de descarga del blog y agradecería que si alguien ha colgado mi historia por ahí la borrase.
De la misma forma me ayudaría mucho que si recomendaseis en alguna ocasión mis historias las buscasen por Amazon, ya que los que tienen la tarifa plana de Amazon #KindleUnlimited.
Esta es mi forma de empujarme a mi misma a seguir escribiendo y a esforzarme más en mis proyectos futuros y en mi bienestar. Es algo que me hace mucha ilusión y espero que el recuerdo de mis historias, a pesar de que eran bastante amateurs, os sigan trayendo una sonrisa.








Gracias por todo y la paciencia de estos años.

jueves, 8 de marzo de 2018

Empiezas con una idea y te da otra una leche en toda la cara.


Hola gente, que sepáis que sigo escribiendo!!!!! De verdad!!!! Sin embargo estaba siguiendo la historia de nuestros dos traviesos del balneario pero se me ocurrió una idea nueva y llevo desde el mes pasado con este nuevo proyecto. Me gustaría ir subiendo por capítulos pero antes de publicar la historia quiero intentar terminarla y presentarla a algunas páginas. Por ello ahora no tengo nada que subir por que estoy centrada en esta historia nueva de la que os subiré el primero episodio para ir abriendo boca, ya os iré contando como me va y que haré con ella al final. UN BESOTE!





*1*
Cuando llegó al pequeño y rustico pueblo empezó a sentir el horror y la ansiedad de la falta de cobertura. Abel se había dejado convencer por cinco compañeros para arrastrarse a una despedida de soltera en un pueblo perdido de la madre de dios durante una semana.
De los cinco cuatro habían llegado al a conclusión de que la ciudad era el mejor lugar para la despedida de soltero, o varias ciudades, no tenían por que quedarse en un lugar solo. Sin embargo el novio quería pasar allí su despedida de soltero, relajarse y olvidarse de todos los problemas que había superado en los últimos meses, así que no pudieron decirle que no.
Ahora mientras aparcaban su coche delante de un pequeño motel en medio del pueblo miró a su alrededor sintiendo como el posible aburrimiento empezaba a asfixiarle rápidamente. Mientras descargaban las maletas se preguntó si la tensión del lugar podría con todos los aparatos electrónicos que traían…. Rezaba por el wifi.
Tras un par de horas de adaptación en la que los cuatro se adaptaron a una cobertura limitada y un proceder calmado de todas las personas que trabajaban en el lugar empezaron a sentir que podrían tomarse un descanso, siempre y cuando pudieran trabajar por la noche.
Pasearon por la ciudad y escucharon como Pablo les contaba sobre los veranos que había pasado en aquel lugar, de la de veces que pensó en abandonar la ciudad e ir a esconderse allí. Abel pasó una mano por sus hombros y le sonrió recordándole que si le hubiera hecho no estaría a punto de casarse con una mujer medio loca llamada Samanta.
Entre los recuerdos de infancia Abel compartió miradas con sus amigos, todos conocían el pasado de su amigo. La muerte de sus padres le hizo ir de un lugar a otro de la casa de sus tíos a la de sus abuelos en aquel pueblo. Sus tíos no habían sido unos buenos tutores y eso le había vuelto un chico problemático y solo le había salvado los veranos y las fiestas con sus abuelos.

Aquella era la principal razón por la que estaba allí, sus abuelos habían vendido la granja de su infancia para retirarse a una pequeña casita de una planta cerca del centro del pueblo. Desde entonces no había vuelto al pueblo y lo hacía sentir un poco culpable, por eso estaban todos allí, le ayudarían a limpiar, a divertirse y a no venirse abajo mientras su amigo decidía si quería vender la casa o quedarse con ella.
Por todo esto Abel y el resto de sus amigos se encontraba frente a una casa de alquiler de instrumentos de pesca a pesar de que ninguno de ellos entendía la diversión en el asunto. Pablo les necesitaba y ellos estarían allí por él aunque eso significase tocar gusanos y ponerse un ridículo salvavidas fluorescentes.
Tras dejar todo reservado para el día siguiente y una comida increíblemente sencilla pero deliciosa cada uno se retiró a descansar un poco del choque cultural y del viaje. Pablo fue a dormir un poco, se le veía nervioso y todos sabían que descansar le sentaría de perlas. El resto de ellos se desperdigaron en búsqueda de conexión para advertir a sus conocidos de que seguían con vida. Abel había encontrado una pequeña terraza con hamacas y decidió disfrutar del sol un rato mientras llamaba a su amiga.
-Hola guapo, mi marido no está en casa ¿vienes a verme?- Abel se rió por la vieja broma, todo el mundo le decía que parecían amantes por su gran compenetración.
-Lo siento hermosa pero tu futuro marido está durmiendo en mi cama.- Su tono cambió rápidamente a uno preocupado y empezó a interrogarlo sobre el lugar y el estado de su pareja.- Está bien, tranquila le vigilaremos, no dejaremos que el de otro ataque. Creo que ir a la casa de sus abuelos será duro pero sería muchísimo peor si fuera la granja.- Ella desearía estar allí y apoyarle, que él  hubiera venido sin ella había sido su primera discusión seria.- Tranquila, este lugar es tan aburrido que será un milagro si no nos quedamos dormidos de pie. Encima va a obligarnos a ir a pescar mañana.
La risa histérica de su amiga no solo casi le deja sordo si no que le hizo recordar cuanto la quería y lo importante que era ese hombre para ella.
Samanta y Abel se habían criado prácticamente juntos desde los ocho años que coincidieron en clase. Fue la primera en aceptar sus gustos no tan masculinos y en aceptar su sexualidad cuando él lo descubrió. Ambos fueron el pañuelo de lagrimas del otro durante años, amigo, confidente y alma gemela. Cuando su amiga conoció a aquel chico tranquilo, tímido y de corazón amable pensó que se lo comería y pasaría al siguiente. De alguna forma ellos conectaron, fue totalmente inesperado y ninguno de los dos se lo creía al principio. Su amiga de repente quería cuidar y proteger a aquel chico y de golpe se había enamorado de él…. Era un milagro que no fuera ella la que le había pedido matrimonio al final.
Pablo le había  puesto nervioso al principio, era demasiado débil para su gusto, se imaginaba a su amiga con alguien de carácter fuerte, alguien tan loco como ella… pero se dio cuenta con fascinación de que encajaban, su relación era cómoda, hermosa y totalmente en sintonía…. Él empezó a desear lo mismo para sí mismo.
Tras terminar la conversación no tenía a nadie más con quien hablar. Sus amigos estaban en aquel mismo hotel, su mejor amiga ya había sido informada y su familia le había borrado del libro hacía ya mucho tiempo. A veces el recuerdo de ser repudiado aún dolía pero eso le había enseñado valiosas lecciones, algunas no demasiado agradables pero igual de importantes.
Decidió dar un paseo por el pueblo para aprender a orientarse dejando a sus amigos en paz para que se ocupasen de sus propios asuntos. Con idea de encontrar un punto de información y averiguar qué otras cosas podían hacer además de la pesca durante una semana, fue calle abajo. Le impresionó descubrir que había un par de ranchos aún a las afueras a pesar de que la mayoría ya no se dedicaban a la cría de ganado, aún había la posibilidad de ver a algún vaquero autentico por la zona. Podría llegar a considerar una ruta a caballo para echar un vistazo a los sementales del lugar.
De regreso al hotel para reunirse con sus amigos repasó la información que había conseguido reunir de varias personas del pueblo, el punto de información y del bar. La mayoría de los atractivos de la zona eran de senderismo y de pasar el día tranquilamente sin hacer nada. Algo para lo que las personas acostumbradas al ajetreo de la ciudad no era fácil de soportar desde el principio.
Había una sala de juegos en la que planearon pasar lo que quedaba de la tarde para volver temprano al hotel y aprovechar el día siguiente desde bien temprano.
El local estaba todo hecho de madera y le daba el aspecto de aquellos viejos bares de vaqueros del as películas del oeste. Mucha gente se giró a mirarles de reojo al ver a un grupo de desconocidos y rápidamente volvieron a sus asuntos. Mirando que diversión les ofrecía mientras pedían unas bebidas se decantaron por el billar. Se repartieron entre dos mesas para ir rotando sus turnos mientras charlaban animadamente. Entre los cambios de turno leían los panfletos que Abel había encontrado y comentaban que podían hacer primero cuando Pablo tomó el de la ruta a caballo. Al principio cuando tardó en tomar su turno no le dieron importancia, tal vez estaba concentrado en la lectura, pero luego notaron la tensión y todos se giraron a mirarle esperando que diese una explicación.
-Es la granja de mis abuelos.- SU voz sonó baja y lenta, pero aún así resonó en la habitación como un vaso al caer. Abel se maldijo y Carlos se colocó rápidamente al lado de su amigo frotando su espalda.- Estoy bien, solo me sorprendió un poco. – Aún así sus amigos se mantenían cerca y dos de ellos reanudaron el juego para dar un poco de normalidad al asunto.- Recuerdo que tenían un par de caballos pero…. Supongo que ahora habrá más.
-Sabes, no tenemos que hacer una ruta a caballos.- Abel se puso a su lado rápidamente quitándole el panfleto de las manos.- Podemos hacer otras cosas, además Sergio nunca ha montado en uno y seguro que no sería divertido.- El nombrado se quejó ofendido asegurando que había montado en una feria, un par de veces.- ¿Ves? Podemos probar con el senderismo.- Pablo sonreía a las bromas de sus amigos.
-Quiero ir…quiero ver como está el lugar y quiero montar a caballo.- Miró a todos sus amigos con una sonrisa.- Puedo hacerlo….. después de eso ir a recoger sus cosas a la  casa no será tan difícil… si me encuentro mal os lo diré.- Había muchos murmullos y suspiros de protesta pero no pudieron negárselo.
Los amigos asintieron no demasiado convencidos pero aceptaron. Pablo arrastraba depresión desde la juventud y a veces a pesar del esfuerzo tenía ligeras recaídas de las que salía gracias a su novia y a ellos. Sin embargo  cuando hace un par de meses fue acusado de acoso sexual todo fue a peor. Ellos sabían que era mentira, le conocían, pero en el trabajo todos se volvieron en contra de él, fue puesto bajo investigación en la que todos sus secretos médicos salieron a la luz. A pesar de que al final descubrieron que la chica solo quería dinero y llamar la atención el daño estaba hecho y al final terminaron por despedirle poniendo otras excusas de por medio.
Pablo estaba tan decaído que quiso romper el compromiso con Samanta e incluso se negaba salir de casa, llegó un punto que le dio un ataque de ansiedad y se desmayó. Al final acabó en el hospital por deshidratación. El último mes había vuelto al a normalidad tras estabilizarse un poco y conseguir un nuevo trabajo pero ahora se mantenía el doble de alejado de las personas. Aquel viaje era para que se relajase, volviera a relacionarse con sus amigos y terminar de atender los asuntos de sus abuelos y decidir qué hacer con la casa.

Si tenéis curiosidad esta historia seguirá avanzando y os la traeré próximamente!


martes, 23 de enero de 2018

Voy bien, sobreviviendo!

Sigo viva, voy sobreviviendo a pesar de que en el trabajo intentan matarme…..empiezo a sospechar de una conspiración para que me muera enserio.
O traigo más aventuras de Ángel y Patrick por que esta pareja me cae bien, y que sepáis que muchas de las cosas que le han pasado a Ángel en el balneario son experiencias propias (menos lo del tío buenorro que te mete mano) Así que puede que los veamos más, quien sabe.
 Otra cosa también es que os traigo una pequeña pregunta, de entre los géneros de Homoerótica existe el Mpreg (hombres embarazados) o el mundo de Alpfhas y Omegas que se está llevando muchísimo hoy en día y algunas de mis nuevas ideas están todas en este mundillo, así que quizás caigan un par ¿Qué os parecen?

También os mando una llamada de auxilio, todas las páginas por las que yo descargaba libros de homoerotica, grupos de traducción o de siempre trasmisión han cerrado y no encuentro nada ¿alguien sabe que ha pasado? Algunos se han vuelto grupo cerrado y me es imposible entrar… alguien sabe si van a volver?... bueno tras todas estas preguntas os dejo un regalito de Navidad atrasado!
Pasad por la encuesta de la izquierda!


lunes, 1 de enero de 2018

2018

SIGO VIVAAAAAAAAAAAAA.

No puedo creer que hace casi un año que no escribo, creía que había tenido más interacción a lo largo del año pero he de admitir que los últimos seis meses no he sido persona por grandes problemas personales. Sé que siempre pongo excusas y esto no es una novedad pero traigo un pequeño relato para que me perdonéis y este año como propósito tengo la intención de escribir más si no muero antes por trabajo excesivo.

OS aprecio mucho y agradezco que aun os acordéis de mi! 






                    Ángel ha recibido un bono regalo de un fin de semana en un
                         Balneario de su Madre y de su hermana ¿Qué tal será la experiencia? 


                                                         ¿Por que un Balneario?

domingo, 22 de enero de 2017

FELIZ AÑO NUEVOOO



Gracias por los muchos ánimos y por la paciencia, realmente dan ganas de escribir cuando me animáis tanto. Tal como os prometí esta es la segunda parte de la historia de David y Joss, espero que lo disfrutéis.




"Dos años habían pasado tras aquella noche, desde entonces David solo bromeaba con él cuando se encontraban y nada había vuelto a pasar. Demasiado ocupado con la universidad, decía.
Joss no era ningún idiota, había notado el cambio de su primo y hoy mientras caminaba a su dormitorio de la universidad, iba a cambiar eso. Llamó a la perta y el compañero de cuarto abrió, al verle sonrió y tomó su maleta antes de despedirse de él y salir. Joss entró encontrándose a David dándole la espalda mientras rellenaba su mochila. Joss cerró la puerta tras él silenciosamente y caminó hacia su espalda, su primo se giró sorprendido.

-¿joss? ¿Qué coño haces aquí?- sonrió un poco preocupado dejando caer la mochila al lado de la cama.
-Son vacaciones, he venido a buscarte- Su primo se movió incómodo por la cercanía e intentó apartarse.
-Yo iba a marcharme a casa por el puente, no tenías que venir.- Se inclinó  para recoger la mochila cuando sintió algo duro contra sus nalgas.
-No, no iremos.- Sorprendido intentó incorporarse pero una mano lo empujó de cara contra la cama y sus brazos fueron retorcidos a su espalda. Sintió algo rodear sus muñecas e intentó forcejear cuando sintió el peso de alguien sentándose sobre él.
-¿Qué mierda estás haciendo? Sueltame Jossgggg- una mordaza presionó su lengua para que no pudiese seguir protestando.
-¿Crees que iba a olvidarme de lo de aquella noche y seguir como si nada? Me usaste y te olvidaste de mi por dos jodidos años.- Tiró las cosas de la cama y comenzó a quitarse los pantalones.

David intentó girarse pero su cuerpo estaba aplastado sus brazos, sus muñecas tenían unas correas de cuero atadas con dos eslabones de cadena. Le quitó los pantalones volviendo a ponerle boca abajo, le dejó la parte de arriba subida hasta el cuello de forma que le impedían más el movimiento. Empezó acariciando con sus manos la espalda suavemente bajando a su trasero e intentó apartarse, no se esperó la nalgada que recibió. Sorprendido intentó arrastrarse por la cama y recibió otras dos nalgadas que le dejaron jadeante y estremeciéndose con su trasero ardiente.
Joss frotaba las manos por las marcas que acababa de dejar y dejó caer un chorro de lubricante sobre su grieta. David gimió pero intentó no moverse a pesar de que su cuerpo se estremecía involuntariamente mientras sentía los dedos de Joss abrir su agujero y empujando algo dentro.  Era algo pequeño y parecía que un cordón salía hacia fuera, intentó girar su cuello para mirar cuando su pelo fue jalado hacia atrás obligándole a alzarse de rodillas sobre la cama. Sintió el aliento de Joss contra su cuello mientras le mordía y una de sus manos bajaba por su pecho hasta sujetar su miembro erecto y lloroso. El se rió para más humillación

-Travieso.- Su susurró le provocó otro escalofrío, su pelo aun retenido le obligaba a ofrecer su cuello.- Tengo un regalo para ti.- No quiso mirar cuando sintió algo pequeño y alargado acariciando su abdomen mientras bajaba hacia su miembro.

Cuando sintió aquella cosa metálica empujar contra su miembro miró hacia abajo. Una varilla metálica redonda y con un pequeño lazito con cascabel al otro lado era empujado contra el canal de su pene. Chilló e intentó empujar su cadera hacia atrás pero Joss le mantuvo sujeto y se lo introdujo. Temblando y destrozado sintió un beso en su hombro.

-Ahora vamos- No entendió hasta que aquello que llevaba en su interior fue encendido.

Todo su interior tembló, aquella bola estaba apretada contra su próstata y él no podía reprimirse. Calló contra el colchón con su cuerpo convulsionando de placer y a pesar de estar tan cerca no podía venirse por culpa de lo que tenía en su pene. Ahogado en su placer apenas notó como Joss se colocaba tras él antes de empujarse en su interior de un solo golpe. Gritó, a pesar de que la mordaza no le dejaba emitir sonido mientras su trasero era castigado. Jos entraba y salía de él sujetando sus caderas y presionando aquella cosa en su interior mientras los golpes hacían que el cascabel no parase de sonar.
No importase cuando lo desease o cuanto lo necesitase él no podía llegar. Su cuerpo ardía y su mente estaba en una agonía de placer que le ahogaba lentamente. Nublado en su propia tortura de placer se sorprendió al sentir su agujero llenarse de crema sorprendiéndole y haciéndole gritar sintiendo su orgasmo tan cerca y lejos. Sue empujado hacia atrás y el miembro de Joss aun medio duro se clavó más a su interior, el lloriqueó y su pelo volvió a ser jalado arqueando su cuello, le llenó de mordiscos.
Lágrimas surcaban su rostro cuando la mordaza fue retirada, no podía hablar, había perdido esa capacidad mientras sentía los lentos movimientos en su interior.

-Ahora vas a obedecer, no vas a volver a ignorarme nunca más. – David intentó responder pero su cuerpo era completamente inútil y solo consiguió asentir.- ¿A quien perteneces David?- susurró a su oído.
-A…- dudó, las palabras eran difíciles. Su miembro fue apretado.- a ti – La varilla fue retirada de golpe causando un dolor que arrancó el mayor y más poderoso orgasmo de su vida. - ¡Joss¡ - El cuerpo inerte de David caló sobre las manchas de humedad de la cama casi inconsciente y con su cuerpo convertido en un trapo inútil.
-Bien.- Joss retiró el vibrador  de su interior.- Tenemos tiempo para que recuerdes eso, tengo muchos más juguetes para ti.- Pasó la mano por su espalda y besó entre sus hombros viendo la sonrisa lujuriosa de su primo. – Vamos a disfrutar de estas vacaciones."

jueves, 29 de diciembre de 2016

NAVIDA NAVIDAD PERRA NAVIDAD!!!



Hola, sigo viva pero a penas. No espero que nadie siga viendo mi blog y es normal, lo comprendo, soy un fracaso como escritora rotundo y ganas no tengo.
Sin embargo déjenme decir que esta vez toda la culpa no ha sido mía, no toda. Desde verano comencé a trabajar en el almacén de una juguetería que tiene dos tiendas…. Así que me pasé el verano corriendo por un almacén colocando los montones y montones y montones de juguetes que llegaban para navidad. Empecé a sufrir de ansiedad, me volvía paranoica y para los que no me crean, me pasé dos meses soñando con cajas de cartón que se me caían encima o con cosas que no podía colocar.
Para colmo de males a finales de noviembre empezó lo gordo así que llevo un mes y medio prácticamente viviendo en el almacén de lunes a lunes. Mi vida es despertarme, trabajar, comer, trabajar y dormir, ni siquiera tengo tiempo de leer un poco o de pensar en otra cosa que no sean juguetes, estoy cerca de una crisis, lo juro.

En fin a aquellos que aun siguen este blog de cuando en vez y que realmente esperan saber algo de mi les estoy profundamente agradecida y en algún momento de mi vida prometo seguir… pero por dios aún no he terminado con navidades y ya me están amenazando con carnavales…. Va a darme un chungo.
Os regalo esta mini historia de navidad, y si os gusta, tiene continuación. Un gran beso, espero que disfrutéis de las fiestas, que sean mejores que las mías y que el año que viene yo me vuelva mejor persona. 

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Era tarde y dormía placidamente en su cama cuando escuchó la puerta de su cuarto chirriar lentamente. Abrió los ojos y se giró para verle entrar  acercarse a él.
-¿aun duermes con la puerta abierta como un niño pequeño?- eso le molestó, siempre le trataba como a un crío por que tenía cuatro años más que él.
-Cállate, no lo hago.- Intentó golpearle, las sabanas se alzaron por el movimiento bajando hasta su cintura.
-Mira, pero si ya duermes solo con la ropa interior como un hombre ¿tiene superhéroes? –Intentó bajarle las mantas tirando de la tela y ver el dibujo mientras se retorcía.
-¡Para! ¿también haces esto a tus compañeros en la universidad?- Sus manos fueron sujetadas por encima de su cabeza mientras sentía una mano bajando por la tela para revelar su ropa interior.- Para esta mierda David.
-¿por que tanta vergüenza? ¿no fui yo quien te dijo como masturbarte y dónde encontrar el porno? ¿No puedo mirar?- apretó los dientes.
-No me toques.- Siseó cuando su miembro fue apretado por encima de la tela.- David.
-Mira que bien suplicas, en la cena no parabas de mirarme y en la piscina….- cuando abrió los ojos sorprendido él sonrió.- Sí, sé como echaste a correr cuando me abracen a ti en el agua.- Se inclinó y le susurró al oído mientras metía sus dedos lentamente bajo la tela acariciando el duro y lloroso miembro.- ¿Qué era lo que imaginabas mientras te masturbabas?- El chico apretó los labios en silencio.- ¿no? – desvió la mirada hacia abajo y retiró la tela de los calzoncillos acariciando la cabeza llorosa repartiendo el presumen con su dedo mientras escuchaba como el ritmo de su respiración cambiaba.- Quizás pensabas en como te la chuparía.- le vio abrir los ojos de golpe mientras sus mejillas lentamente se sonrojaban. Veía sus sonrisa mientras él bajaba por su pecho hacia su entrepierna.
-David…- su voz salía temblorosa.- para esta mierda aho… ¡HO JODER!- gimió dejando su cabeza caer hacia atrás al sentir la lengua de David contra su carne. Él sonrió antes de tragárselo hasta la raíz y luego chuparlo lentamente hasta soltarlo con un pop.
-¿no era así? – Le lanzó una mirada burlona antes de meterselo de nuevo ne la boca, comenzó a subir y a bajar su cabeza en un vaivén torturando su saco con una de sus manos. Poco después, demasiado pronto, le dejó caer de su boca y miró a su victima que estaba mas allá de poder reaccionar.- Tal vez era otra cosa.- frotó el pecho del adolescente hasta llegar a sus pezones y comenzó a torturarlos. Inclinándose sobre él reclamó su boca y le hizo probar su sabor mientras le empujaba contra el colchón. – Quieres joderme ¿verdad?- Sorprendido tras salir del beso muy aturdido y avergonzado vio como su atacante sacaba sus pantalones y se sentaba sobre su regazo para sacarse la camisa en un sensual espectáculo.
-David que… - alzó las manos y acarició sus muslos sin saber si estaba bien tocar o no cuando sintió algo húmedo al pasar sus manos por sus nalgas- ¿Qué es eso?
-Follarse a un tio no es como hacerlo con una mujer, se necesita más preparación y lubricante.- El adolescente le miró confuso y siguió sus movimientos mientras alzaba la cadera y volvía a sentarse dirigiendo su miembro hacia su interior metiéndosela muy lentamente. -¿ves que fácil entra así? Joss ¿te gusta?- El adolescente se aferró  su cadera mientras se deleitaba viendo como todo entraba.
-Mierda, mierda, mierda, ho joder David, está tan estrecho y es tan caliente.- El mencionado sonrió orgulloso y movió la cadera en círculos haciéndole jadear antes de comenzara moverse arriba y abajo sobre la polla de su amante nocturno.
-joss, tienes una polla tan buena, joder, llevo años viendo como te empalmas mirándome ¿era esto lo que querías?- el adolescente sujetaba con fuerza las piernas de David centrado en las sensaciones.- Follame Joss, hazlo como en todas tus fantasías.
El adolescente gruñó y se alzó tirando a David contra la cama, se puso sobre él y volvió a clavarse en su interior de un solo golpe comenzando a moverse como un animal desesperado. Con una de sus manos agarraba uno de sus muslos alzando la cadera mientras que con la otra sujetaba la muñeca de David contra el colchón inmovilizándolo.
-Dios, Joss, más fuerte… así….- El adolescente obedeció y golpeó en su interior con más fuerza y más rápido, no había besos, ni caricias, ni palabras cariñosas, solo los jadeos de ambos y el sonido de la carne golpeando carne.

Cuando se corrió en su interior David intentó recobrar el aliento mientras pasaba una mano por la espalda del adolescente. De pronto escucharon el sonido de las llaves contra la puerta y Joss se alzó alerta saliendo con brusquedad de su interior haciendo que ambos gimiesen.

-mis padres…- Miró alarmado a su amente que ya se estaba poniendo la camiseta del pijama y buscaba el pantalón corto.
-Hazte el dormido.- Terminando de vestirse salió a la puerta y sonrió al encontrarse con los padres de Joss.- ¿Qué tal la película?- hablaba en una voz baja.
-ha sido genial no perdernos el estreno.-respondió uno de los padres pasando hasta la puerta medio abierta para echar un ojo dentro.- Espero que Joss no se haya enfadado mucho y fuese muy pesado contigo, estos adolescentes de ahora se quejan por todo.
-Que va, se lo ha tomado bien.-David caminó a su lado parándose justo en la puerta del cuarto de Joss apoyándose en el marco dando la espalda al interior.
-Tranquila mujer, David siempre ha sido su primo favorito, todo el tiempo preguntando por él, seguro que se lo han pasado genial.- La madre sonrió.
-yo también quiero mucho a Joss, siempre ha sido el primo al que más he mimado.- Mientras los padres reían y se despedían, Joss vio, desde su cama, como algo blanco resbalaba desde el interior del muslo de David y este se giraba sonriéndole desde la puerta.- Feliz navidad. 




martes, 16 de febrero de 2016

Cumpleaños FEEEEEEEEEEEEEELIS!



Tal como el título dice es el cumple de mi querida y amadisima Firichuuuuuuu y como soy pobre he decidido regalarle una historia sobre su princesa Disney favorita al estilo de la de Ariel, lamentablemente como mi hombro se ha vuelto a estropear he tardado mucho pero al fin puedo ponerlo aquí ya que a ella le ha llegado el original escrito a mano.

¿Y cual es su princesa preferida preguntareis? Ni más ni menos que LA BELLA DURMIENTE… pero como yo creo que la pobre mujer no hace demasiado en la historia he preferido inspirarme en la historia de Malefica, que me parece que tiene más chicha y mola más! Asi que! Ahí va mi versión del cuento!



Había una vez, en un país muy antiguo, junto a un reino de montaña un rey traicionó a un brujo hada. Usó sus sentimientos para poder conseguir poder e influencia. Para llegar a rey entregó las alas y la cola del brujo mintiéndoles a todos al anunciar su muerte.

Lo que ocurrió realmente fue una gran traición, el hombre habría abrazado al brujo y susurrado a su oído promesas de amor tras ofrecerle un té. El brujo despertó al día siguiente sumido en el dolor de su cuerpo y la sangre cubriendo su piel con un cuchillo enterrado en su pecho.
El grito de su lamento estremeció al bosque, este como un animal herido se refugió rodeándose de zarzas rechazando la entrada de humanos. Avergonzado, el brujo escondió su cuerpo bajo una gran túnica negra, solo sus cuernos le diferenciaban ahora de un humano.

Un año después en el reino se celebró el nacimiento del primogénito del rey. Una gran fiesta en la que todos fueron invitados, o casi. Cuando el bruj apareció el reino enmudeció y este se acercó al recién nacido con sus ojos clavados en el rey. Mientras, la reina exigía saber quien era, el brujo sonrió y le contó quien era él para el rey. Al terminar su relato soltó una sonora carcajada por la mirada de la mujer hacia su esposo, por lo que sin problemas puso la mano sobre el rostro del bebé y ante todos entregó “su regalo”

“… y al los diecisiete con una aguja te pincharas y el reino entero en un sueño de cien años se sumirá…”

El bebé sonrió ignorante ante el grito aterrorizado de quienes le rodeaban. Sin embargo el brujo miró la pequeña carita y tuvo piedad. Al marcharse una de sus hadas anunció otro trozo del hechizo.

“.. con un beso de amor verdadero despertarás y la maldición romperás.”

La indignación invadió el palacio y a pesar de inventar una excusa del por que la maldición, en la casa real se sintió la presión. Mientras el pequeño recién  nacido alzaba sus manos para recibir el amor de sus padres.

Pasaron los primeros diez años y el brujo recordó su maldición, miró a su exclavo y amante desnudo a su lado y le preguntó por si conocía la historia del niño. El cuervo convertido en hombre había sido herido en los jardines de palacio y luego voló al bosque en busco de refugio. Negó, nadie recordaba ya la maldición, quizás el brujo se equivocaba de palacio.
Extrañad apresuró al ave para investigar. Fastidiado por tener que volver junto a los humanos cambió a cuervo y voló hasta las ventanales del palacio en busca  del niño. Sin embargo no encontró un príncipe, encontró dos.  Un niño de unos tres años y una niña de dos. Buscó pero no encontró a nadie que entrase en la descripción del niño de la maldición. Decidido a volver para informar a su amo vio a un criado que llevaba una bandeja con poca comida hacia un lado alejado del palacio. Curioso, voló por el lado de las ventanas y llegó hasta la torre más alejada y vieja del palacio. Subió a lo mas alto y se paró en la ventana, el cuarto era pequeño, había una cama, una alfombra vieja, una estantería y un pequeño escritorio.
La puerta se abrió del golpe assutando al ave, un soldado traía a un joven del brazo y le empujó adentro. El rey estaba detrás y ordenaba al niño guardar silencio. El cuervo escuchó escondido, el rey explicaba  que no debía acercarse de nuevo a los otros dos jóvenes, al parecer el niño había vivido lejos de ser un príncipe, había sido criado por la gente del servicio que no había estado muy feliz de cargar con el niño maldito. Por ello a partir de ese momento viviria en la torre hasta que cumpliese los dieciocho  tenía prohibido salir. Tras decir aquello se marcharon cerrando la puerta y dejando al pobre niño llorando y golpeando la puerta diciendo que aquello no era culpa suya.

Cuando regresó al bosque contó lo sucedido al brujo, este realmente ofendido ordenó al cuervo seguir observando el palacio. Durante los siguientes años el cuervo vió como el joven pasaba sus días en la torre, bajaba para alguna celebración, presentación, reunión o fiesta pero siempre permanecía aislado y solo. Los adultos murmuraban y prohíban a los niños acercarse a él.
El colmo llegó cuando el chico intentó hablar con uno de sus hermanos, ni siquiera había puesto una mano sobre su hombre cuando su madre le golpeó y le apartó del otro como si fuese a contagiarle la lepra. Fue entonces cuando el niño fue encerrado en la torre  para no salir.
El cuervo estaba molesto, tras su seguimiento a lo largo de los años había visto como el niño era rechazado, repudiado, abandonado e insultado. El día de hoy de nuevo, nadie estaría a su lado por su cumpleaños. Se acercó a la ventana y lo vio en el suelo abrazando sus rodillas con un rostro lleno de pena. Saltó al interior y miró al sorprendido chico, tras un largo silencio le graznó “Feliz cumpleaños” y el niño se asustó.

La vida del joven príncipe mejoró, su amigo le enseñaba y le contaba cosas sobre el mundo exterior. Le obligaba a estudiar, ha hacer tareas y a divertirse. Al cavo de los meses el ave le mostró su forma humana y le habló del hada que le había cuidado y del bosque encantado al otro lado de los zarzales. El joven estaba entusiasmado y apreciaba todos los regalos que el cuervo le traía, lo que él no sabía es que el cuervo no solía recolectar fruta y no se metía en el agua para buscar piedras tan hermosas como joyas.
Una noche mientras el cuervo picoteaba algo tras servir a su amo entregó su reporte sobre el muchacho, este le preguntó por su condición. El cuervo afirmó que el chico estaba bien y ansioso por sus visitas pero la comida era cada vez más escasa y su cuerpo cada vez era más débil. El brujo estaba molesto por la forma que tenían los reyes por librarse de la maldición. Fue entonces cuando le permitió traer al joven al bosque durante unas horas por primera vez. Cuando el ave se lo contó al chico este estaba emocionado, sin embargo le asustó la forma en la que quería sacarle de la torre, por la ventana. Gritó pero de su boca no salió ningún sonido cuando un enorme ave  surcó el cielo con él en una de sus patas.

El tiempo pasó de nuevo y el joven se familiarizó rápidamente con el bosque, un día se encontró una criatura vestida de negro y con cuernos que se acicalaba en el río. El chico preguntó por que aquel fauno no tenía pelo como el resto y el cuerpo comenzó a reírse tan fuerte que lloró hasta que una ola los mojó a ambos. El ave aún reía cuando presentó al hada que le dio el poder de cambiar. El chico le vio salir del río y admitió que era hermoso a pesar de su ceño fruncido, lo que sorprendió al hada e hizo reír aún más al cuervo.
Los días avanzaban más deprisa que en toda la vida del príncipe. Aprendía todos los días del hada que se negaba a darle su nombre y el cuervo. En su cumpleaños numero dieciséis el joven esperaba impaciente en su torre, ese día tendría una gran fiesta en el bosque y acudirían muchas criaturas de las que se había hecho amigo. Le hada haría un pastel aunque no admitiría haber sido él. El cuervo esperaba en la ventana cuando el rey apareció, siempre venía a comprobarlo ese día ya que quedaba cada vez menos para la hora de la maldición. El hombre parecía disgustado de verlo con vida y tan saludable, lo que molestaba muchísimo al cuervo. El joven no guardaba ya ningún respeto por su padre y al ver su actitud hizo algo que jamás creyó posible, se enfrentó al rey.  Sorprendido no dudó en amenazarle pero el joven era más rápido y enseguida respondió, la maldición era culpa suya, todo era culpa suya. Había intentado matarle, sabía que sus padres no le amaban, el Prince sonrió a su furioso rey y con todo su desprecio reunido le confesó que esperaba que el día legase pronto y todos sufriesen el castigo que merecían.
El rey entró en cólera y comenzó a golpear, a pesar de ser más joven los anillos del hombre dolía mucho. El cuervo intentó intervenir pero en su forma de ave fue golpeado contra el muro, presa del pánico llamó a su brujo.
El monarca limpiaba sus anillos mientras caminaba en dirección al salón en donde estaba su familia, al verle la mujer arrugó la nariz al saber de dónde venía. Su plan para deshacerse del maldito no había funcionado, el chico no quería morirse, quizás esta vez lo conseguiría. Miró a sus otros dos hijos y suspiró, aun tenía herederos. Sabía que nadie preguntaría jamás sobre el primer príncipe, hacía años que nadie le veía a pesar de los rumores sobre el durmiente de la torre.

La puerta del salón se desencajó y se clavó en la pared contraria, el brujo entró furioso al cuarto y se deshizo de los guardias. Avanzó hacia el hombre y le acusó de intentar asesinar al chico durante años, sin embargo le aseguró que no se libraría de la maldición, la gente sabría que clase de rey tenía. Miró a los otros dos hijos y se burló, se habían desecho de uno por que ya tenía un remplazo, luego miró a la niña y se rió “ ¿Acaso piensas que no te usará para obtener poder?” la casarían con más beneficio ofreciera, quisiera o no. Si ella no lo hacía probablemente también sería echada o substituida. La mujer le mandó callar pero la niña ya albergaba dudas en su corazón . Se había desecho de un hijo ¿Por qué no de dos?
Para terminar miró a ambos, los reyes y se rió de ellos en sus caras, la maldición era muy sencilla de romper, solo necesitaban un beso de alguien que le amara y él amase. Ellos habían desechado la opción más sencilla, el amor de un padre o un hermano y ahora no habría nadie en el reino capaz d despertar al muchacho de la maldición en su próximo cumpleaños.

Furioso salió de la sala y ante la mirada de todos hizo un gesto hacia la torre, de ella apreció un gran cuervo destrozando la torre y en sus garras llevaba el cuerpo del príncipe durmiente. De voz en grito el brujo anunció como, por segunda vez, la familia real les había condenado.

En la cabaña del brujo hada el príncipe despertó, dolido, sobre una cama de pieles. El hombre cuervo sentado a su lado sonrió y anunció su despertar. El hada se asomó con un cuenco entre sus manos y le obligó a beber y a descansar. Los siguientes días fue cuidado por ambos a pesar de que uno de ellos fingía una gran molestia. Los primeros pasos se sintieron bien de nuevo en el bosque, un hada enfadada le gritó que era demasiado pronto pero le ignoró y se dejó caer en la hierba. Los días pasaban tranquilos en el bosque, felices, el príncipe no se separaba del cuervo y el hada. Había visto como interactuaban entre ellos durante los últimos años, amo y sirviente pero les había cazado en alguna ocasión, sin embargo desde que él empezó a vivir con ellos parecía que volvían a ser solo compañeros.
Un día mientras cocinaba atrapó al hada por la espalda, no le gustaba que supiese que era él quien cocinaba sus platos favoritos. Estaba molesto y protestó incluso tras el beso en su mejilla, el príncipe colocó el mentón sobre su hombro confesándole, por primera vez, que él sabía quien era el brujo que le maldijo. Se paralizó, no solo por los brazos que le sostenían si no por el tiempo que le joven tendría habría descubierto la verdad, sin embargo el príncipe sonrió y admitió que era realmente feliz por estar allí a su lado antes de marcharse tarareando una canción el joven ignoró la fuerza de sus palabras ni de sus acciones.
El brujo miró al cuervo que le miraba con una sonrisa ladina en el rostro. Aquella fue la primer anoche que el brujo intentó romper su maldición, no fue la última.
El tiempo corría y el brujo obligaba al cuervo a que llevase al joven a conocer todas las personas posibles, del bosque o de la ciudad. Alguien tenía que amar al príncipe. Sin embargo el joven parecía molesto por salir del bosque y en ocasiones se negaba a encontrarse con nadie más.
Una noche el joven abrió los ojos mientras dormía, un estruendo lo había despertado, el brujo blasfemaba mientras pasaba una mano sobre su rostro. El cuervo le sostenía y suspiraba buscando que se calmase y que dejase de intentarlo, no iba a conseguir cambiarlo. El brujo chistó bufando, una de sus manos temblaba y estaba más pálido de lo normal “!Tengo que pararlo¡” decía “ no es justo, él no se merece esto” repetía. El joven sonrío en sueños y cerró los ojos de nuevo escuchando como el brujo urgía al cuervo para que buscase a alguien más para amarle. Prohibiría cualquier objeto metálico punzante en el bosque, pero entonces quizás las espinas servirían como agujas…
El tiempo se acabó demasiado rápido, solo quedaba un día y medio más antes de su cumpleaños, el brujo, decaído fue a buscarle a su cama para hablar con él pero estaba vacía. Buscó al joven por los alrededores y luego al cuervo que tampoco sabía sobre el chico, solo habían estado hablando hasta altas horas “quizás” pensó el cuervo “solo ha izo a dar un paseo y pensar, volverá más tarde”

Sin embargo el príncipe estaba lejos, cruzaba el bosque en dirección al palacio y no pensaba detenerse. Con una capa y un pequeño bolsillo fue directo ha hacer aquello para lo que había nacido. La noche anterior a su cumpleaños tenía todo lo que necesitaba para su venganza. Consiguió colarse en el palacio y con el sello de su familia en un anillo que el cuervo había robado para él, fue fácil entrar. Con precaución fue a la sala de trofeos dónde encontró lo que buscaba. Al amanecer estaba listo para hacer su cometido. Sabía que el pueblo se reuniría en el palacio para preguntarle al rey sobre la maldición. Esperó paciente entre el público a que se llenase la sala y la familia real apareciese. Escuchó su discurso anunciando que estaban a salvo, el príncipe maldito no estaba con ellos, habían roto la maldición. Cuando los vítores empezaron avanzó entre la gente, pasando por le lado de los guardias mostrándoles el escudo de su anillo al pasar dejándolos helados y clavados al suelo por el miedo.
Ante la mirada curiosa del pueblo el joven dejó una caja en el suelo y se quitó la capa mostrando una gran sonrisa. Alzó la mano y en esta, agarrado a un soporte alrededor de su dedo, una aguja brillaba amenazante. El palacio enmudeció y el príncipe clavó su mirada en el rey. Delante de todos le acusó de su traición al brujo para subir al trono, de cómo había intentado matarle de hambre y luego a golpes, de cómo mentía al pueblo para seguir siendo el rey. El hombre se alzó furioso, pero un pulgar sobre la aguja le hizo parar. Le gritó sobre lo estúpido que era se condenaría a la maldición solo para castigarle.. el príncipe sonrió. El silencio de aquella confesión fue rota por el sonido de un aleteo, el cuervo llegó a su lado y le apresuró a dejar todo aquello y volver al bosque en dónde el hada le estaba buscando. El príncipe sonrió con carió y tristeza y entregó la caja al cuervo, curioso, el ave bajó la mirada y fue cuando el chico se despidió clavando su dedo contra el filo de la aguja.

El tiempo se paró mientras el príncipe durmiente caía al suelo, una pequeña ola de aire se extendió en círculo y golpeó a todos los presentes, quisieron huir pero sus pies ya estaban congelados en el tiempo. El cuervo tomó la caja y voló al bosque, en la frontera en donde le brujo retiraba las zarzas para salir a buscar al príncipe. Cuando vio el cuervo volver solo temió lo que había ocurrido. Al abrir la caja y allí encontró sus alas y su colmatadas con lazos negros junto a un viejo medallón colgando del lazo. Aquel colgante había sido el regalo de amor del rey, ahora no parecía hermoso si no más bien algo venenoso y podrido. Arrancó el collar y lo destrozó entre sus dedos, una caricia y sus alas volvieron a la vida junto a su cola. Era agradable volver a sentir su cuerpo completo.

En palacio la gente ya estaba congelada por encima de sus rodillas mientras lloraban e insultaban al rey. Al abrirse las puertas el brujo entró esta vez sin su túnica, ahora lucía ropa cómoda, pantalones mostrando su cola y sus alas a modo de capa. Se acercó al príncipe y acarició su rostro colocándolo más cómodo y ordenando al cuervo que lo cargase en brazos. Se acercó al rey y se paró a su lado sonriendo. Con su cola le abofeteó hasta aburrirse, “la echaba realmente de menos ¿recuerdas lo que podía hacer con ella?” la cola acarició el cuello del rey hasta su pecho, se apartó y de golpe clavó la punta de esta en su abdomen como un puñal. El brujo rió y luego le contó a todos como estarían dormidos, junto al bello durmiente mientras él y su familia permanecían conscientes todo el tiempo. Abandonó la sala y el cuervo le siguió hasta un dormitorio limpio y con un hermoso balcón. Dejaron al bello durmiente sobre la cama, el brujo se sentó a su lado y apartó el pelo de su mejilla, miró al cuervo y le ordena buscar a todos los que el joven había conocido en el bosque, alguien tendría que amarle.

Las semanas pasaban y el brujo venía todos los días a verle, le traía flores nuevas y buscaba posibles amores pero pronto se terminaron. Un día, desesperado obligó al cuervo a besarle, el ave negó pero el brujo sabía que si alguien amaba al cuervo sería el niño, ambos habían pasado muchas cosas juntos y habían compartido momentos, seguro que el niño también le amaba.
Suspiró  y se acercó besando al chico y los dos esperaron impacientes, pero el bello durmiente se negaba a madrugar antes de sus cien años.

El brujo, culpable iba cada vez menos a ver al príncipe, buscaba una forma de traerle de vuelta sin éxito. Eso no le impedía ir a torturar a los reyes, pronto se cumpliría el primer año desde que el joven había caído en su sueño. El brujo y el cuerpo fueron a desearle feliz cumpleaños antes de irse. El ave cambió  permaneció en el balcón esperando al brujo.
Podía ver el dolor en los ojos de su amo cada vez que miraba el palacio, no podía esconderlo cuando lo miraba a él. El brujo acarició sus mejillas de nuevo comprobando su calor, asegurándose de que seguía ahí a pesar del tiempo, por millonesima vez se disculpó con él, a pesar de que el joven le había perdonazo hace tiempo y había hecho aquello por propia voluntad.
 Contempló su rostro una última vez dispuesto a marcharse en busca de una cura y no regresar hasta le próximo cumpleaños, no se detendría, su magia tendría que tener algún punto débil, algo que le ayudaría a romper su maldición… si no… esperaría noventa y nueve años más para volver a verle. Juntó sus frentes y le deseó felices sueños antes de, inconscientemente, besar su frente. Sorprendido por su propio acto pasó la mano intentando borrar lo que había hecho sin comprender todavía por que el beso del cuervo no había servido, no había en el mundo quien el joven pudiese amar más cuyos sentimientos fuesen iguales.

Mientras se alzaba y desplegaba las alas sintió un pequeño golpe de aíre contra su rostro que le trajo un olor antiguo. Miró a su espalda y vio una pequeña hoja atrapada contra el cuello del niño. La retiró con cuidado asegurándose de que no había ninguna otra mancha y al alzar la vista vio unos ojos clavarse en los suyos. Al principio creyó que solo eran alucinaciones suyas por la culpabilidad y el anhelo, pero unos brazos rodearon de pronto su cuello sorprendiéndole y tirandole sobre la cama recibiendo un autentico beso por primera vez.
El bello durmiente, sonriendo le preguntó al brujo “¿han pasado los cien años o al fin te has dado cuenta?” sorprendió el brujo comprendió sus palabras y molesto tiró de la oreja del joven mientras este llenaba el palacio de vida con su risa.


….El brujo abrazó al joven príncipe y mientras el reino se despertaba miró aquellos ojos comprendiendo por primera vez lo que era realmente el amor. Abrazó al chico por la cintura y juntos volaron hacia el bosque en dónde elegirían el próximo destino del chico mientras dejaban al palacio despertar con el paso de los días, ahora tenían un tiempo que recuperar.